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“Los trasplantados de la ciudad de Antofagasta”

De la vértebra central del casco antiguo de la ciudad de San Antonio que es la avenida Ramón Barros Luco, se desprenden y serpentean las demás calles del pueblo de Barrancas, todas las cuales toman una ubicación relativa de oeste a este, o como dicen los barranquinos de mar a cordillera.

Es así, como en 1915, nace la calle El Molo que llega hasta la intersección de Lautaro con Maestranza y que es cortada en una punta de diamante por la plazoleta que lleva el nombre del insigne educador y maestro Don José Luis Norris (Primer director de la Escuela Pública que funcionó en el cruce de las calles República y Tacna), hoy conocida como la plaza de los Jubilados, dicha plazoleta es el punto de inicio de la mítica e histórica calle Antofagasta, nombre con que aparecería más tarde en el plano regulador de la provincia, y que los pampinos de las oficinas salitreras le habían pedido al alcalde de la época (Sr. Ignacio Cerda Fariña, alcalde 1921-1924) que llevara este nombre en recuerdo de la ciudad más grande, poderosa y luminosa del norte. Dichos pampinos llegaron al puerto bajo el primer gobierno de Arturo Alessandri (1920-1925) producto de los vaivenes de la producción y economía salitrera, debido a la invención del salitre sintético alemán.

El norte de Chile no resistía más el alto porcentaje de cesantía, miseria y anarquía socio político y económico, según lo señala el historiador Óscar Bermudez. (Historiador nortino especializado en los temas salitreros). Esta reubicación tenía como objetivo reorientar y recrear la labor del obrero pampino cesante, y crear un nuevo imaginario, a saber, el obrero urbano portuario debido a que las grandes faenas portuarias en San Antonio hacia la década de 1920 necesitaba de una gran fuerza de trabajo, resumida en jornaleros y obreros. Fue así, como estibadores, des estibadores, marineros de bahía, huincheros y grueros, comenzaron a dinamizar por medio de esta actividad el cabotaje de ultramar y dar solución a la problemática que aquejaba a los desposeídos nortinos.

En este contexto nace la evocada y pujante calle Antofagasta que se resumía en la expresión latina de recordae (volver al corazón) de estos hombres nortinos, que se ubicaba en paralelo a calle Copiapó y aledaña a la calle Coquimbo que conformaban el circuito del demos barranquino, que se congregaba en la antigua Población Fiscal (ubicada detrás de la calle Antofagasta y de la calle Copiapó).

La calle Antofagasta era el centro neurálgico de la vida cotidiana de estos trasplantados pampinos que con su esfuerzo, trabajo y fe en el futuro engrandecieron y dieron sentido a lo que llamamos la ciudad contemporánea, las grandes extensiones arenosas compuestas por hondonadas y pequeñas montañas comenzaban a desaparecer en pos del concepto urbano de ciudad, dicha calle poseía dos veredas con un amplio comercio y una vida política, social, cultural y recreativa que fue y es digno de un profundo estudio, misión de la Historia Social de la Provincia.

 

Sociedad de Historia De San Antonio   

 

 

Visto 6388 veces Modificado por última vez en Jueves, 01 Julio 2021 13:50